Un divorcio sin acuerdo es una mala experiencia. Pero puede suponer el punto de inflexión hacia una vida mejor. Seas el demandante de este tipo de divorcio o no, te interesa saber cómo se desarrolla su procedimiento.

De este modo, estarás más preparado para afrontar sus consecuencias. Y ten en cuenta que siempre te va a interesar hacerlo con el asesoramiento de un abogado especializado en estos procesos.

¿En qué consiste un divorcio contencioso?

El divorcio contencioso es el que no deriva de un acuerdo entre las partes. Se diferencia, por tanto, del consensual o de mutuo acuerdo en que solo una de las personas que forman el matrimonio lo pide. Supone un proceso mucho más largo, caro y complejo que el relativo al divorcio consensual.

Ten en cuenta que cada una de las partes recogerá pruebas que sirvan para hacer valer sus posiciones ante el tribunal que dirima las consecuencias del divorcio. Así que el procedimiento se alargará, lo que tampoco debe arredrarte a la hora de defender tus intereses, siempre acompañado por los solventes consejos de un abogado experto en la disolución de matrimonios.

Recuerda que, salvo que se hayan producido hechos relacionados con la violencia doméstica, no se podrá poner la demanda de divorcio hasta que hayan transcurrido tres meses desde que se oficializó el matrimonio.

¿Qué implica el proceso de la demanda de divorcio?

En primer lugar, recuerda que, antes de que se haga efectiva la demanda de divorcio, es posible solicitar al juez que establezca unas medidas provisionales que permitan el desarrollo de una vida lo más normal posible por parte de los todavía cónyuges.

La demanda se tramitará mediante juicio verbal, pero la respuesta se recibirá por escrito. Es preciso señalar que esta demanda tendrá que estar acompañada de la siguiente documentación:

- Certificado del matrimonio.

- En caso de que haya hijos, certificado de sus nacimientos.

- Poderes Generales para los Pleitos (para el abogado y el procurador).

- Documentación que permita al juez decidir sobre las medidas de tipo patrimonial.

- Residencia acreditativa del domicilio o certificado de empadronamiento (no siempre se exige).

Posteriormente se celebrará una vista a la que tendrán que acudir los cónyuges y sus abogados y procuradores. Si una parte no se presenta, se darán por aprobadas las condiciones solicitadas por la contraria. Asimismo, se aportarán las pruebas precisas.

Si el matrimonio tiene hijos menores, se recabará un informe del Ministerio Fiscal. El juez los escuchará siempre que tengan más de doce años e incluso en casos en los que aún no los hayan cumplido. Finalmente, la sentencia aprobará o denegará el divorcio. En el primero de los casos se explicitarán las consecuencias relativas a la guarda y custodia, el régimen de visitas, la vivienda y la pensión. Se podrá recurrir en apelación.

En definitiva, la complicación de un divorcio sin acuerdo requiere ayuda profesional.